jueves, 4 de octubre de 2007

REDUCCION DE TASAS DE INTERES ESTA FUERA DE TIEMPO

En los últimos días, diversos medios locales han publicado un despacho de prensa en el cual se cortó lo trascendente y se pegó lo trivial. Esto fue lo que descartaron: PIMCO, el trader institucional en bonos más grande del mundo, afirmaba que la reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal llegaba fuera de tiempo; ya era tarde -aseguraba- para evitar la contracción de la economía y la subsiguiente crisis de liquidez corporativa.
Asimismo, según una encuesta de la prestigiosa consultora Ried, Thunberg & Co., entre 30 de los más grandes administradores de fondos de inversión, el 75% cree que el mercado crediticio global está "a punto de volar [en pedazos] en muy poco tiempo." ("Fed fails to restore creditor confidence, Pimco says", Bloomberg, 2/oct/2007).
¿Qué puede hacer que estos mercados "vuelen"? ¡Qué otra cosa que la brusca y repentina disminución del tamaño de los mercados de dinero! Desde su punto máximo en agosto ya se han reducido en un 30%. Aquí empezó la crisis y aquí se decide el futuro de la economía mundial.

Los bancos y las empresas más grandes financian sus operaciones de corto plazo (por lo general, entre 30 y 90 días) en estos mercados. Un muy buen barómetro de la presión sistémica en este sector es el "TED spread" (si es en dólares, se mide en relación al diferencial de rendimiento entre LIBOR y Treasury Bills, a tres meses). Por lo general, el spread entre uno y otro es alrededor de 0.4%.
Solo en caso de una gran crisis se ensancha y una vez que ésta se soluciona regresa a sus niveles históricos. Pues bien, la crisis que estalló en agosto y que obligó a la Reserva Federal a reducir su tasa referencial, en setiembre, con el ánimo de llevar tranquilidad a estos mercados, aún no tiene viso de solución. Esto ha llevado a que dicho spread oscile alrededor de 1.4%, es decir, un punto porcentual por encima de lo que es natural.
El mismo escenario, pero con un alcance distinto, se da en yenes, euros, libras esterlinas y otras monedas. Esto es atípico, después de todo, estos mercados son de lo más aburridos: nunca sucede nada, casi nunca se mueven. Excepto, una probable interpretación de lo que pueda estar pasando es que los bancos se están prestando de un día para otro.
Hay un gran temor, es más que seguro. Ignoran si hay que evitar a tal o cual entidad financiera por su potencial exposición a niveles letales de radiación (léase inversión) en el mercado inmobiliario "subprime" norteamericano (por cierto, cada día que pasa surgen nuevas evidencias que en Gran Bretaña y España los bancos también prestaron a quienes no podían pagar; es la magnitud del problema lo que se desconoce).

La duda, el temor, el pánico producido por la amenaza de insolvencia no se soluciona con tasas de interés más bajas. Lo que la alquimia financiera y la ausencia de transparencia crearon no se soluciona con tasas de interés más bajas. Es más, ¿no fue acaso lo artificialmente bajo de estas tasas lo que llevó a los mercados a la exaltación extrema de la especulación?

Acomódense en sus asientos. La función está por comenzar
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